Tiempo y fiesta de Pascua
La Semana santa es una de las
conmemoraciones y celebraciones más arraigadas de la tradición popular en
tierras potosinas. En la capital del departamento las distintas diócesis y
parroquias celebran esta fecha con distintos actos y ritos religiosos. Pero es en las provincias
y en el campo potosino, donde esta fecha
y acontecimiento; toma características distintas y particulares a las practicadas actualmente en la ciudad de
Potosí. Estas manifestaciones brillan por lo particular y pintoresco de la celebración
que hacen de la Pascua, que por otra
parte no está exenta de cierto sincretismo y paganismo religioso. En todas las
regiones del departamento tienen una particular forma de manifestación respecto
a estas fechas religiosas, algunas similares en su concepción pero diferentes
en su manifestación. La Semana Santa es de fecha movible y la Pascua
se celebra y festeja después del Viacrucis y Procesión del Viernes Santo, la
Vigilia y Gloria del Sábado Santo. Siendo el día domingo donde se celebrara la tradicional
fiesta de Pascua.
En este estudio se verá una pequeña
parte (de manera general) de lo mucho que hay de estas manifestaciones culturales
en distintas provincias y cantones del departamento de Potosí.
Tradiciones y costumbres de la
fiesta de Pascua en la provincia Cornelio Saavedra, provincia, Chayanta, José
María Linares, Norte Potosí y otras.
A pocos kilómetros de Potosí se
encuentra el poblado de Betanzos, localidad en que la fiesta de Pascua, toma
características especiales. Era en tiempos pasados; una celebración importantísima
y magnánima, donde acudían desde distintos lugares a la feria y fiesta de la Pascua,
celebrada en esa localidad. Betanzos en ese entonces era considerada
popularmente como la capital regional del folklore de la celebración de la Pascua,
de esa región en particular, pues de muchas comunidades aledañas se daban cita
en Betanzos, por la gran feria que se armaba ahí, además de la fiesta principal
de la Pascua. Pero aun hoy, en algunos recodos del poblado, puede el visitante encontrarse con uno de
esos personajes típicos de la región y aledaños, donde este (singular y pintoresco)
personaje suele estar acompañado de
bellas cholitas, sendas tutumas de chicha y del instrumento musical más
importante de Bolivia, como es el Charango potosino. De sus cuerdas (en
especial para esa fecha) resuenan típicas y singulares melodías que sus intérpretes
han preparado especialmente para esta celebración y fiesta, que no es otras que
las tonadas o melodías denominadas como “kalampeados”
de “Pascuitas”, “Pascua Florida” o
simplemente tonadas de época de Pascuas.
Esta tradicional música y tonada
potosina tiene un “temple” y afinación especial para este tipo de música. Así
como la forma de tocar, “rasgar” y cantar estas melodías, claro está, precedida
del infaltable “zapateo” donde varones y mujeres hacen gala de sus habilidades
como bailarines. Muchas de estas canciones tradicionales son coplas cantadas,
en la que se repiten muchas conocidas por todos, u otras creadas para esas
fechas y fiestas. De estas coplas pascueras, las más son coplas improvisadas y cantadas
por varones y mujeres entre alegres y
tristes. Donde estos intérpretes van cantando y riendo de felicidad, o ya
cantando entre llanto y quejas que salen de sus profundas gargantas, en un tono
característico que las distingue de otras manifestaciones. (La melodía y ritmo
de este tipo de música generalmente es
alegre y festivo, pero detrás de estas se esconde cierta amargura y tristeza en
su interpretación y sus letras, que van cargadas de ironía, picaresca y sentimientos
amorosos, amén de otras cosas) La mayoría de estas coplas, (las hay diferentes)
todas son cantadas en quechua o bien entremezcladas en un castellano-quechua característico o
quechua- castellano, según el caso, después de la copla, que por ejemplo suele
decir así: “Eres tu flor tan bonita granaditay…” “para besar tu boquita...” o
esta otra que en quechua-español dice: “Q’omer pampas purisqayta granaditay”…y a
continuación se repite cierta frasecilla popular que dice: “robar quisiera tu
corazón”… y nuevamente cantan otra copla distinta seguida de esta última frase
que cierra una estrofa, o parte de la misma.
Esta última frase es la que
popularmente se va repitiendo, continuamente mientras se van cantando otras
coplas al ritmo del Charanguito, que resuena bullicioso pero armonioso con el entorno.
Así se suele escuchar palabras características
y repetitivas como: “granaditay” “palomitay” o pascualitay, seguida de: “robar
quisiera tu corazón…” o la muy conocida: “viva la Pascua pascualitay…” o también
esta otra que dice: “Pascua queremos pasculitay”, entre otras variantes.
Estas coplas son las que más se
han popularizado en Bolivia y más al ser grabadas por muchos y reconocidos artistas nacionales e
internacionales, tanto del folklore nuevo, como del folklore costumbrista o del
folklore nativo regional.
Charanguistas de afamados grupos
musicales como kjarkas, Savia Andina entre otros, han ejecutado alguna vez esta
música tradicional. Así los exintegrantes del grupo de neofolklore; como son
los Kjarkas, que luego formaron el duo Tupay, Han ejecutado y grabado estas
tonadas, en versiones estilizadas, pero que mantienen de cierta manera la
esencia de las originales autóctonas. Donde el charango le da esa
característica inconfundible.
Por otra parte; disimiles y
numerosos interpretes charanguitas de la fama del maestro músico; Ernesto Cavour
Aramayo, Bonifacio Alberto Terán, la Pocoateña, Luzmila Carpio, Mario Anagua,
Alberto Arteaga, Eddy Navia, Alfredo coca, el gran maestro Mauro Núñez entre muchos otros, han basado su estilo de
rasgueo y kalampeado en estas tonadas de Pascua florida, del Salaqe, de los
Fandangos, etc. La tradicional forma de tocar el charango, tiene origen en
estas manifestaciones musicales y aun se toquen otros géneros musicales, la
esencia de estos se mantiene.
(Esta característica de canto y llanto
repetitivo, llama la atención en cuanto que el cronista Bartolomé Arzans de
Orsua y Vela ya en el siglo XVIII hace referencia a manera de observación crítica
y de la que además fue testigo, a este tipo de canto y manifestación sincrética;
en el que cuenta que muchos pobladores de la Villa, sobretodo indígenas y mestizos,
pero en especial mestizos, solían en ciertas fechas cantar y tocar ciertas
tonadas y melodías simples y monótonas que repetían todo el tiempo sin cesar
por horas y aun por muchos días en que durase su celebración. Y que las volvían
a cantar en sus peculiares cuartos o tiendas características de estos sujetos,
donde se bebida alcohol o agua ardiente mientras cantaban y bailaban sus cantos
particulares hasta el amanecer, para continuar con estas, al día siguiente.
Puede que no se trate particularmente de las tonadas de pascuas, pero esta
forma de canto a la que refiere el cronista Arzans, es característico de una
buena parte de la música denominada como Charangueada, kalampeada u otras
similares).
En antaño, muchos poblados de distintas
regiones; (sobre todo en sus plazas, chicherías y otros establecimientos) se veían
engalanados y repletos de colorido, ritmo y música, donde los parroquianos
rurales demostraban su fe religiosa; cantando y zapateando al ritmo de la Pascua.
Donde tampoco faltaban las corridas de toros y las ferias agrícolas y vinícolas;
como se las realiza aún hoy, en la región de Turuchipa y otras aledañas a la
provincia Linares, que se caracterizan por ser lugares cálidos y de hermosos
paisajes culturales y donde se puede degustar de frutas, vino y el exquisito
singani, (el singani es originario de
estas regiones, mismas que están en la provincia, José María linares, además de
otras, aledañas a esta).
Otro poblado que como muchos
otros celebra la Pascua con un sinnúmero de manifestaciones particulares, es el
pueblo de Quivincha. En esta región, aparte de entonar y bailar el tradicional “Salaque”,
también se interpreta la tonada de la Pascua y es además el lugar donde se
encuentran los más habilosos ejecutantes de este ritmo y melodía, tradicional
de Potosí.
Por otra parte se debe mencionar
que el “Salaque” y “Salay” (a las que
muchos consideran que ambas son la misma y otros por su parte dicen que más que
homónimas, parecen ser diferentes entre sí) son manifestaciones, también
originarias de estas regiones. Danza, baile y canto que merecen y esperan
especial estudio musicológico y etnográfico entre otras disciplinas, que
revaloricen estas y otras manifestaciones, para su rescate, difusión y reconocimiento
de las mismas; como auténticas manifestaciones culturales del departamento de
Potosí, pues son estas manifestaciones,
(como tantas otras en el departamento y las provincias de Potosí referentes al
charango y su música) que tienen una particular originalidad y son las que han
consolidado a Potosí como “Cuna del Charango” y no otras ajenas que desvirtúan
lo auténtico y tradicional en Potosí. Muchas de estas costumbres se practican
en muchas regiones del departamento, pero poco a poco tienden a desaparecer por
falta de apoyo institucional.
Así la fiesta de la Pascua en el
departamento de Potosí, se constituye sin duda, en una de las más originales y auténticas
expresiones culturales que tiene Bolivia y que merece más atención para su difusión
y preservación, para que continúe enriqueciendo el legado cultural que tiene Potosí.
Nota:
Jose Luis Pérez Coro
Artista, escritor e investigador historiográfico.
Más información visitar el sitio;
potosienlahistoria.blogspot.com
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