Por siglos el cerro de Potosí estuvo relativamente intacto.
Hasta la llegada de los españoles, quienes comenzaron una masiva explotación
del mineral argentífero. Y sin escatimar esfuerzo ni vidas comenzaron la
explotación del Potosí. Y como la profecía del dios del inframundo sentencio; se
entregaron miles de vidas a cambio del precioso mineral. Y esta codicia no cesa
hasta hoy. Pues el Gran Cerro sigue siendo explotado inmisericordemente por sus
hijos, donde son pocos los que se benefician y mucho los que ofrendan sus
vidas. El Cerro Rico, titán de los Andes, en la actualidad se nos cae y solo es
cuestión de tiempo para que desaparezca por completo y no queden ni escombros
de su magnificente figura piramidal. Y no sera raro que aun caído el gran titán, los
carroñeros codiciosos continúen sustrayendo su sangre que no es otra que los filones
de plata que dicen; se multiplica en cantidad debajo del majestuoso Cerro.
Jose Luis Pérez Coro
Artista, escritor e investigador y potosinista
historiográfico.
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